Faustina y el engaño de la Divina Misericordia
abril 26, 2025
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Una de las mayores devociones de la secta del Vaticano II es la “devoción de la Divina Misericordia”.

Se calcula que la cantidad de personas que seguían la devoción de la Divina Misericordia en 2010 superaba los 100 millones. 

“El autor y sacerdote Benedict Groeschel considera que una estimación modesta del seguimiento de la devoción a la Divina Misericordia en 2010 es de más de 100 millones de católicos”.

La devoción fue escrita por sor Faustina Kowalska que murió en Cracovia, Polonia, en 1938.

Faustina afirmaba que esta devoción la recibió de Jesús en unas supuestas frecuentes conversaciones con Él cuando era religiosa en los años treinta.

Faustina registró estas conversaciones en su diario.

El diario consiste esencialmente en más de 600 páginas de escritos de Faustina sobre alegaciones de lo mucho que ella ama a Dios, de sus afirmaciones sobre cuánto Dios la ama, y cómo Jesús supuestamente la consideraba grande y santa.

Según el director espiritual de Faustina, sus mensajes fueron recibidos por:

“… visiones, iluminaciones, oía voces interiores…”[1].

Faustina también dijo:

“Mis visiones son puramente interiores…”[2].

Faustina alegaba que Jesús quería en particular que la gente confiara en su misericordia. Y para lograrlo, Jesús dio al mundo la coronilla de la Divina Misericordia y la imagen de la Divina Misericordia. 

Faustina también dijo que Jesús quiso que la Fiesta de la Divina Misericordia se celebrara el primer domingo después de la Pascua.

Más adelante en este video cubriremos la coronilla de la Divina Misericordia, la imagen y la fiesta.

Ahora bien, antes de hablar de lo que Jesús supuestamente le dijo a Faustina (según lo que ella escribió), he aquí algunas cosas que Faustina dijo sobre sí misma.

“Hay momentos en que Jesús me da un entendimiento interior, y entonces todo lo que existe en la tierra está a mi servicio: los amigos y los enemigos, el éxito y las adversidades; todo, quiera o no quiera, tiene que servirme[3].

Según Faustina, todas las cosas deben estar a su servicio. Esa es una afirmación escandalosa.

“… mi mente es como un relámpago. Con gran facilidad penetro todos los misterios de la fe…”[4].

“Ni siquiera con un serafín quisiera cambiar el conocimiento interior que Dios me da de Sí Mismo. Mi unión interior con Dios es tal que ninguna criatura puede comprenderla…”[5].

Faustina también se jactaba diciendo:

 “mi santidad”[6].

“… mi alma fue invadida por un gran deseo de que también en nuestra casa hubiera una santa y rompí a llorar como una niña ¿por qué nosotras no teníamos a una santa? […] y otra vez rompí a llorar como una niña pequeña. Y el Señor Jesús me dijo: No llores, tú la eres’”[7].

¿Cómo sabría Faustina que ninguna de las otras hermanas de su Orden no eran santas? ¿Se le aparecería Jesús a alguien para decirle a esa persona: “tú la eres [esa santa]”? ¿O parece más probable que el diablo, apareciéndose como Jesús, dijera eso, para engreír a la persona?

“Sí, tú lo eres [una santa]. Dentro de poco Yo Mismo lo manifestaré en ti y pronunciaré la misma palabra: ‘santa’…”[8].

En la siguiente cita Faustina escribe un sueño que tuvo, en el que supuestamente hablaba con santa Teresita del Niño Jesús. En el sueño, ella le preguntó a santa Teresita:

“¿Y seré santa?

Me contestó:

Serás santa, hermana.

Pero, Teresita, ¿seré tan santa como tú, en los altares?

Y ella me contestó: Serás tan santa como yo…”[9].

Obsérvese cómo Faustina no solamente quiere ser una santa, sino una santa reconocida en este mundo.

“... poco antes de su muerte, sor Faustina se levantó un poco, hizo señas a la Madre para que se acercara y le dijo: ‘El Señor Jesús quiere elevarme y hacerme santa’”[10]

Mensaje de Faustina del 8 de enero de 1937:

“Jesús, Te pido por el inconcebible poder de Tu misericordia que todas las almas que mueran hoy eviten el fuego infernal, aunque fuesen los pecadores más grandes […] Jesús me abrazó a su Corazón y dijo: Hija amada, has conocido bien el abismo de Mi misericordia. Haré como lo pides…”[11].

Según este mensaje, Jesús salvará a todas las almas que murieron ese día. Entre los que murieron ese día casi con toda seguridad había católicos en pecado mortal, protestantes, musulmanes, judíos, budistas, ateos, etc. Pero, según este mensaje, Jesús confirmó que los salvará a todos, aunque no se convirtieran a la única y verdadera fe católica y no estuvieran en estado de gracia.

Papa san Gregorio magno, citado en Summo iugiter studio, 590-604: “La santa Iglesia universal enseña que no es posible adorar verdaderamente a Dios excepto en ella, y asevera que todos los que están fuera de ella no serán salvos”.

Esto, lo dicho por Faustina, contradice completamente la enseñanza católica y el dogma infalible Fuera de la Iglesia católica no hay salvación.

Papa León XII, Ubi primum, #14, 5 de mayo de 1824: “Pero es tan evidente la imposibilidad de que Dios sumamente veraz, o por mejor decir la misma verdad suprema, como que a todo atiende con bondad y sabiduría infinita, apruebe todas las sectas que enseñan principios falsos, implicantes y muchas veces opuestos entre sí, y que conceda premios eternos a aquellos que las profesan […] como sabemos ya por la fe, que no hay más que un solo Dios, una sola fe, un solo bautismo […] y por lo mismo también profesamos que: fuera de la iglesia no hay salud [salvación]”.

He aquí otras cosas que Faustina afirma que Jesús le dijo:

“Hija Mía, todo lo que existe es tuyo”[12].

“Haz lo que quieras, distribuye gracias como quieras, a quien quieras y cuando quieras”[13].

“... he bajado del trono para gustar el fruto de tu misericordia”[14].

“En el pequeño racimo elegido tú eres la uva dulce; deseo que el jugo que circula en ti se transmita a otras almas”[15].

“Tú eres Mi esposa para la eternidad, tu pureza debe ser mayor que la de los ángeles, porque con ningún ángel tengo relación de tan estrecha intimidad como contigo”[16].

“Yo veo tu amor tan puro y sincero que te doy la prioridad entre las vírgenes, tú eres el honor y la gloria de Mi Pasión”[17].

Deseo que esta misericordia se derrame sobre el mundo entero a través de tu corazón. […] Tú conoces todo el abismo de Mi misericordia…”[18].

El deseo de Dios es que su misericordia fluya por todo el mundo a través del corazón de Faustina. Esto suena como si el corazón de Faustina fuera un sustituto del Inmaculado Corazón de María.

“Has de saber también, hija Mía, que todas las criaturas, sepan o no sepan, quieran o no quieran, siempre cumplen Mi voluntad”[19].

Es un hecho que todas las criaturas no siempre cumplen la voluntad de Dios. Si lo hicieran, todo el mundo se salvaría. Porque Dios “quiere que todos los hombres sean salvos y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tim. 2, 4). Lucas 7, 30: “Pero los fariseos y los doctores de la Ley frustraron los designios de Dios para con ellos, al no dejarse bautizar por Juan”.

“Hija Mía, si quieres, en este momento creo un mundo nuevo más bello que éste y pasarás en él el resto de tus días”[20].

“A ningún alma Me uno tan estrechamente y de este modo como a ti…”[21].

“Por eso Me uno a ti tan estrechamente como a ninguna otra criatura”[22]

El padre Pío llevaba ordenado 25 años en la época de este mensaje. ¿Hemos de creer que esta monja estaba más unida a Dios que el padre Pío? No me lo creo. Además, ¿por qué Nuestro Señor necesitaría decirle a alguien que tiene una relación más estrecha con Él que cualquier otra persona del mundo?

“Dile a la Superiora General que cuente contigo como con la hija más fiel de la Orden”[23].

¿Por qué habría que decirle a la Superiora que Faustina es la persona más fiel? Nuestro Señor podría habérselo dicho directamente a la Superiora, si Él quería que lo supiera. Además, Faustina podría demostrar que es la más fiel por sus acciones.

“Oí estas palabras: Si no Me ataras las manos, enviaría muchos castigos sobre la tierra. Hija Mía, tu mirada desarma Mi ira; aunque tu boca calla, Me llamas con tal fuerza que todo el cielo se estremece. No puedo rehuir tu súplica…”[24].

“… cada movimiento tuyo se refleja en Mi corazón. Mi mirada se posa con benevolencia sobre ti antes que sobre otras criaturas”[25].

“… por ti detengo la mano castigadora, por ti bendigo la tierra”[26].

“… veo tu amor tan puro, más que el de los ángeles […] Por ti bendigo al mundo”[27].

“Por ti bendigo al país entero”[28].

Fue poco después de estos mensajes que comenzó la segunda guerra mundial y Polonia fue invadida.

Así que el Señor no bendijo al mundo, sino que castigó a Polonia y al mundo –como se predijo en Fátima– a causa de los pecados de los hombres y del fracaso que los papas de aquel entonces tuvieron a la hora de consagrar Rusia al Inmaculado Corazón de María.

“… cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia […] Quien confía en Mi misericordia no perecerá…”[29].

Faustina repitió este mensaje varias veces en su Diario:

“… cuanto más grande es el pecador, tanto mayor es el derecho que tiene a la Divina Misericordia”[30].

“Alma querida, no tengas miedo de nada, quienquiera que seas; y cuanto más grande es el pecador, tanto mayor derecho tiene a Tu misericordia, Señor”[31].

“En el momento en que me arrodillé para tachar mi propia voluntad, como me había mandado el Señor, oí en el alma esta voz:  Desde hoy no tengas miedo del juicio de Dios, ya que no serás juzgada[32].

Según esto, Faustina no tiene que temer el juicio de Dios. Pero la Biblia dice que todo el mundo será juzgado. 

Hebreos 9, 27: “Y así como fue sentenciado a los hombres morir una sola vez, después de lo cual viene el juicio…”.

“A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa [protege] a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino Salvador misericordioso […] Feliz el alma que durante la vida se ha sumergido en la Fuente de la Misericordia, porque no la alcanzará la justicia”[33].

Faustina también menciona que bautizó a una mujer judía, la cual ni había expresado ningún interés en ser bautizada, mientras la mujer perdía lucidez y moría. Faustina afirma que vio el alma de la mujer subir al cielo. Esto es falso porque si alguien bautizó a una persona judía adulta inconsciente cuando dicha persona no quiso ser bautizada, el “bautismo” es inválido. Aquellos que han superado el uso de la razón deben desear el bautismo para que sea válido.

En otra ocasión, Faustina dice:

“Y la Hostia salió del tabernáculo y descansó en mis manos y yo [con] alegría La coloqué en el tabernáculo. Eso se repitió otra vez y yo hice con Ella lo mismo, sin embargo, [eso] se repitió la tercera vez…”[34].

“Cuando tenía la Hostia en las manos, sentí tanta fortaleza del amor que durante el día entero no pude comer nada, ni recobrar el conocimiento. De la Hostia oí estas palabras: Deseaba descansar en tus manos, no solamente en tu corazón…”[35].

La Hostia vuela a las manos de Faustina repetidamente, y Nuestro Señor supuestamente dice que desea descansar en sus manos.

¿No fue esto un intento del Diablo para que se aceptara la comunión en la mano en anticipación a la religión del Vaticano II que promueve esta práctica maligna?

Las manos de un sacerdote también están consagradas para tocar la Eucaristía.

Curiosamente, el “padre” Chris Alar es posiblemente el mayor promotor de la devoción de la Divina Misericordia en el mundo y aquí él señala correctamente algunos de los problemas con la “comunión en la mano”.

“¿Sabían que no hay pruebas de que ningún papa primitivo permitiera la Sagrada Comunión en la mano? En el profeta Ezequiel (capítulo 2, versículo 8), leemos: ‘Abre tu boca y come lo que te voy a dar’. ¿Quién habla aquí? Dios. ¿Y en los Salmos qué dice? Salmo 80: ‘Abre bien tu boca y la llenaré’. Yo la llenaré – ¡no usted! Santo Tomás de Aquino dice, ¡se refiere a la práctica de recibir la Sagrada Comunión solo en la lengua! ¡Él afirma que tocar el Cuerpo del Señor solo es propio del sacerdote ordenado! Estas son sus palabras de la Summa Theologiae, Parte III, [c.] 82, [a. 3].  Dice: ‘porque por respeto a este sacramento ninguna cosa lo toca que no sea consagrada’ –solamente lo tocan los consagrados– ‘por lo tanto los corporales y el cáliz se consagran…’. ¿Se han preguntado alguna vez por qué, si asiste a una ordenación, consagran el cáliz? ¿Se lo han preguntado alguna vez? ¿Por qué no consagran las vinajeras? ¿Por qué consagran el cáliz?  Porque toca a Nuestro Señor. Así que el cáliz está consagrado. Santo Tomás continúa: ‘por lo tanto los corporales como el cáliz se consagran, lo mismo que las manos del sacerdote, para poder tocar este sacramento. Por eso, a nadie le está permitido tocarlo, fuera de un caso de necesidad, como si, por ej., se cayese al suelo o cualquier otro caso semejante”.

El problema para este “sacerdote” es que Faustina afirmó que Jesús quería descansar en sus manos, contradiciendo lo que él dice.

“… vi sobre el altar al Niño Jesús que cariñosamente y con alegría extendía sus manitas hacia él, pero aquel sacerdote, un momento después, tomo este bello Niño en las manos y lo partió y lo comió vivo. En un primer momento sentí aversión a ese sacerdote por comportarse así con Jesús, pero en seguida fui iluminada al respecto y conocí que el sacerdote era muy agradable a Dios”[36].

Algunos de los confesores de Faustina y un gran número de las hermanas de su comunidad, se preguntaron si Jesús estaba hablando realmente con Faustina.

“El confesor con quien me confesaba entonces me decía que existían casos de ilusiones, y yo sentía que aquel confesor parecía tener miedo de confesarme”[37].

“Yo temo por usted, hermana, si acaso no sea alguna ilusión”[38].

“‘… no puedo discernir qué poder actúa en usted, hermana; tal vez sea Dios y tal vez sea el espíritu maligno’, solamente aumentó las dudas que se repetían y la inquietaban tanto”[39].

“‘Hermana, es una ilusión, el Señor Jesús no puede exigir esto, usted tiene los votos perpetuos. Todo esto es una ilusión; usted, hermana, está inventando alguna herejía’, y me gritaba en alta voz. Pregunté si todo era ilusión; me contestó que todo. ‘Y entonces ¿cómo debo comportarme?; dígame, por favor’. ‘Pues usted, hermana, no debe seguir ninguna inspiración, debe distraerse y no hacer caso a lo que oiga en el alma, tratar de cumplir bien sus deberes exteriores y no pensar nada en estas cosas, vivir en una continua distracción’”[40].

Faustina dijo entonces:

“No sé de dónde le vino al Padre tanta severidad”[41].

Una de las Madres le dijo a Faustina que se engañaba creyendo que Jesús le daba mensajes. Después de eso Faustina preguntó:

“Jesús, ¿no eres Tú una ilusión?”[42].
“Más de una vez dije directamente al Señor: ‘Jesús, tengo miedo de Ti, ¿no eres acaso algún fantasma?’ Jesús siempre me tranquilizaba, pero yo siempre desconfiaba”[43].

“Un día cansada de esas incertidumbres, pregunté a Jesús: ‘Jesús, ¿eres Tú mi Dios o eres un fantasma? Las Superioras me dicen que existen ilusiones y toda clase de fantasmas’”[44].

“… comenzaron a atormentarme los pensamientos de este tipo: ‘Todo lo que digo sobre esta gran misericordia de Dios ¿no es por casualidad una mentira o una ilusión?...’”[45].

“… las Superioras no creían en mis palabras, manifestándome compasión como si estuviera bajo la influencia de una ilusión o la imaginación. Debido a que [temía] que estaba en ilusión, decidí evitar a Dios dentro de mí, temiendo las ilusiones”[46].

Poco después Faustina afirmó que el Señor volvió a hablarle.

“… no entendía bien si había sido un sueño o realidad”[47].

“A veces rehuía de Dios porque no quería ser víctima del espíritu maligno, dado que más de una vez me habían dicho que lo era. Esta incertidumbre duró mucho tiempo”[48].

“… una fuerza misteriosa empezó a apremiarme a que solicitara aquella Fiesta y a que fuera pintada la imagen, no puedo lograr la paz. Algo me satura por completo y, sin embargo, me invade el temor de si sólo es una ilusión”[49].

“Durante mucho tiempo fui considerada como poseída por el espíritu maligno y me miraban con lástima y la Superiora tomó precauciones respecto a mí. Llegaba a mis oídos que las hermanas me miraban como si yo fuera así”[50].

“Pero cuando el Señor me pidió que pintara esta imagen, entonces, de verdad, empezaron a hablar y a mirarme como a una histérica y una exaltada, y eso empezó a propagarse aún más”[51].

“… los continuos intentos de hacerme creer que era una ilusión…”[52].

“Veo que soy vigilada en todas partes como un ladrón: en la capilla, cuando hago mis deberes, en la celda”[53].

“… que a veces oiga decir que soy soberbia…”[54].

“… histérica, visionaria, vete de mi habitación…”[55].

“Varias blasfemias e imprecaciones retumbaban en mis oídos”[56].

“… durante toda la Santa Misa luchaba con los pensamientos blasfemos que trataban de salir de mis labios. Sentía aversión por los santos sacramentos. Me parecía que no sacaba ninguno de los beneficios que los santos sacramentos ofrecen. Me acercaba [a ellos] solamente por obediencia al confesor”[57].

Faustina dice aquí: “pensamientos blasfemos que trataban de salir de mis labios”. ¿Acaso esto significa que realmente dijo cosas blasfemas en voz alta?

En la biografía autorizada de Faustina, edición inglesa, se menciona que ella afirmaba ver cosas cuando era niña:

“Cuando en una ocasión relató a sus padres que a menudo veía extrañas luces brillantes […] ella no podía dejar de pensar en ellas”[58].

Dice que antes de que Faustina entrara en el convento:

“No podía dormir debido a una extraña luminosidad que la mantenía despierta”[59].

En 2 Corintios 11, 14 dice que Satanás se transforma en ángel de luz para engañar a la gente.

“… el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz”.

Faustina afirma que Jesús le dio la coronilla de la Divina Misericordia.

“La coronilla de la Divina Misericordia. Esta coronilla fue dictada a sor Faustina por el mismo Señor Jesús…”[60].

Faustina dice que Jesús le dijo que rezara las oraciones de la Divina Misericordia en las cuentas del rosario.

“Hija Mía, anima a las almas a rezar la coronilla que te he dado. A quienes recen esta coronilla, Me complazco en darles lo que Me pidan”[61].

“Escribe: cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso”[62].

“Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón. Cuando cerca de un agonizante es rezada esta coronilla, se aplaca la ira divina y la insondable misericordia envuelve al alma…”[63].

Algunas personas afirman que la devoción a la Divina Misericordia exige arrepentimiento para ser perdonado.

Pero ignoran el hecho de que, según este mensaje, si usted simplemente reza la coronilla por un agonizante, ese moribundo recibirá el perdón de Dios.

"Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón[64].

Eso es contrario a la enseñanza de la Iglesia católica.

Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, El credo Atanasiano, sesión 8, 1439: “Todo el que quiera salvarse, ante todo es menester que mantenga la fe católica; y el que no la guardare íntegra e inviolada, sin duda perecerá para siempre”.

Los hechos demuestran que la devoción de la Divina Misericordia enseña claramente la salvación garantizada para un individuo que reza la coronilla de la Divina Misericordia, o también si se reza para cualquier moribundo. Esto fomenta el pecado de presunción.

Además, Faustina dice que Jesús quiso específicamente que la coronilla se rezara en las cuentas del rosario. 

Interesante, ¿no creen? ¿Acaso este era el plan del diablo para lograr que la gente dejara de rezar el rosario, sustituyendo las oraciones del rosario por otras diferentes? 

[“Padre” Mike Schmitz:] “Hace poco alguien me preguntó: ‘Bien, tengo un dilema. Mi dilema es el siguiente: Rezo el rosario y rezo la coronilla. No tengo tiempo para rezar las dos cosas…’”.

Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado […] Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación”[65].

Si le dicen que rece incesantemente la coronilla, eso significa que no va a tener tiempo para rezar el Rosario.

Es interesante que el padre Pío dijera:

En todo el tiempo libre de que disponga, una vez terminados sus deberes de estado, debería arrodillarse y rezar el Rosario”.

Su consejo contradice totalmente las palabras supuestamente dadas a Faustina por Jesús. 

El padre Pío rezaba constantemente el Rosario y lo llamaba “el arma”. El Rosario es la oración principal que debería rezar la gente.

Cuando la Virgen se apareció en Fátima, uno de sus principales mensajes fue que la gente rezara el Rosario todos los días. Nuestra Señora también dijo que, si los hombres no dejan de ofender a Dios, el mundo será castigado. 

Nuestra Señora de Fátima, Mensaje del 13 de julio de 1917: “La guerra va hacia su fin. Pero si el mundo continúa ofendiendo a Dios, otra guerra peor [Segunda Guerra Mundial] comenzará en el reinado de Pío XI. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios da de que Él va a castigar al mundo por sus crímenes, recurriendo a la guerra, al hambre y a la persecución de la Iglesia…”[66].

Los mensajes de Fátima son muy diferentes de los mensajes que Faustina afirmó que Jesús le dio.

“La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia”[67].

Pero cuando Nuestra Señora se apareció en Fátima, dijo repetidamente que rezáramos el Rosario todos los días para alcanzar la paz.

Nuestra Señora de Fátima

Mensaje del 13 de mayo de 1917:

“Rezad el Rosario todos los días para obtener la paz del mundo y la terminación de la guerra”[68].

Mensaje del 13 de junio de 1917:

“Quiero que […] [recen el] Rosario cada día…”[69].

Mensaje del 13 de julio de 1917:

“Quiero que […] continúes rezando […] [el] Rosario todos los días, en honor de Nuestra Señora del Rosario, para lograr la paz para el mundo […] Cuando recéis el Rosario...”[70].

Mensaje del 19 de agosto de 1917:

“Quiero que […] continúes rezando el Rosario todos los días[71].

Mensaje del 13 de septiembre de 1917:

“Continuad rezando el Rosario para conseguir el fin de la guerra…”[72].

Mensaje del 13 de octubre de 1917:

Soy la Virgen del Rosario. Que continúen rezándome el Rosario todos los días[73].

Así que Nuestra Señora dice que recemos el Rosario todos los días por la paz. Pero Faustina dice que, según Jesús, la paz solamente llegará acudiendo “con confianza a Mi misericordia”.

Sabemos que Fátima es verdadera. El supuesto mensaje de la Divina Misericordia tiene numerosos problemas y solamente ha sido aprobado por la falsa secta del Vaticano II, no por la Iglesia católica.

Curiosamente, Fátima fue reconocida oficialmente como digna de fe por la Iglesia católica el 13 de octubre de 1930.  Pues, tan solo unos meses después:

“En febrero de 1931, en Plock, Faustina Kowalska tuvo una visión de Jesús que le encargó difundir la devoción a su Divina Misericordia”.

La “devoción de la Divina Misericordia” hace hincapié en la misericordia cuando el principal problema en aquella época era que los hombres no temían a Dios y seguían ofendiéndolo. Lo mismo ocurre hoy en día. La gente necesita oír hablar de la justicia de Dios. Necesitan oír que, si siguen ofendiendo a Dios y no cambian, acabarán en el infierno. Por eso Nuestra Señora les mostró a los niños una visión del Infierno en Fátima.

En la Biblia, Jesús le advierte repetidamente a la gente sobre el infierno y dice que pocos llegan al cielo.

Lucas 13, 27-28: “... ‘Os digo, no sé de dónde sois. Alejaos de mí, obradores todos de iniquidad’. Allí será el llanto y el rechinar de dientes...”.

Mateo 7, 13-14: “Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición y muchos son los que entran por él. Porque angosta es la puerta y estrecho el camino que lleva a la vida, y pocos son los que lo encuentran”.

La Biblia también afirma que la misericordia de Dios se concede a los que le temen. He aquí algunos ejemplos:

Salmo 103, 17: “Mas la misericordia del Señor permanece [desde la eternidad y] hasta la eternidad, con los que le temen…”.

Salmo 103, 11: “… prevalece su misericordia para los que le temen”.Lucas 1, 50: “… y su misericordia, para los que le temen va de generación en generación”.

La Divina Misericordia parece ser una falsa devoción destinada a hacerle creer a las personas que aun así recibirán la misericordia de Dios e irán al cielo, aunque permanezcan en sus pecados. Ésa es ciertamente la impresión que dan las palabras de Faustina y los mensajes que ella supuestamente recibió. ¿Cuál es el efecto del mensaje? Pues, la gente va a pensar que no necesita temer a Dios ni se va a preocupar si acaba en el infierno.

Faustina dijo que Jesús quería una Fiesta de la Divina Misericordia.

“La Fiesta de la Misericordia […] deseo que se celebre solemnemente el primer domingo después de Pascua”[74].

“Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi misericordia”[75].

Pero la hermana Lucía, que habló con Nuestra Señora durante sus apariciones de 1917 en Fátima, dijo en 1957:

Sor Lucía de Fátima, Entrevista con el P. Fuentes, 26 de diciembre de 1957: “La Santísima Virgen nos dijo, tanto a mis primos como a mí, que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo: el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María. Y siendo los últimos remedios, significa que no habrá otros”.

Juan Pablo II fue quien estableció oficialmente en la Iglesia del Vaticano II que el domingo de la Divina Misericordia se celebrara el domingo después de Pascua.

Los católicos saben que el Domingo de Resurrección es el día santo más importante del año, porque es el día de la Resurrección de Cristo. San Pablo lo señala:

1 Cor. 15, 14: “Y si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe”.

Pero los defensores de la Divina Misericordia no miran a la Pascua como el día más importante del año.  Ellos miran al domingo después de la Pascua como el día más importante del año. Esto se debe a que Faustina afirma que Jesús le dijo que dedicara la Fiesta de la Divina Misericordia el domingo después de la Pascua.

Según Faustina, Jesús dijo lo siguiente con respecto de los que asisten a misa el Domingo de la Divina Misericordia: “El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas”[76].

Los promotores del Domingo de la Divina Misericordia también enseñan que los no católicos pueden seguir siendo no católicos y aun así ver remitidos todos sus pecados a través del Domingo de la Divina Misericordia.

[“Padre” Alar:] “La hermosa gracia del domingo de la Divina Misericordia es que cualquiera puede obtenerla. Porque cualquiera puede salir de la cuneta, confesarse, recibir la Sagrada Comunión y recibir esta gracia. ‘¿Qué pasa con los no católicos, Padre? ¿Qué pasa con los no católicos?’ Creo que esa era una de sus preguntas. Sí. Si realmente dices: ‘Señor, lo siento. Perdóname. Perdóname los pecados. Ten piedad de mí. Señor Jesucristo, Hijo del Dios viviente, ten piedad de mí, un pobre pecador. Perdóname’. Eso es como su confesión. Y luego, para los no católicos:  Venga, pídale a Dios que entre en su corazón. Pídale a Jesús que entre en su corazón, que se una a usted, que entre en su corazón. Que tome lugar en su corazón. Que le dé esa gracia. Eso es como una comunión espiritual. Y usted también puede recibir esa gracia”.

Esto es totalmente herético. La Iglesia católica enseña infaliblemente que fuera de la Iglesia católica no hay remisión de los pecados.

Papa Inocencio III, Eius exemplo, 18 de diciembre de 1208: “De corazón creemos y con la boca confesamos una sola Iglesia, no de herejes, sino la Santa [Iglesia] Romana, Católica y Apostólica, fuera de la cual creemos que nadie se salva”.

Papa Bonifacio VIII, Unam Sanctam, 18 de noviembre de 1302: “... esta Iglesia fuera de la cual no hay salvación ni remisión de pecados”.

Entre 1673 y 1675, Jesús se apareció a santa Margarita María en Francia. Jesús le dijo a santa Margarita María que hiciera reparación a Su Sagrado Corazón por los pecados de la humanidad. Nuestro Señor se quejó de la irreverencia, el sacrilegio, la frialdad y el desprecio que la humanidad siente por la Sagrada Eucaristía.

Nuestro Señor prometió que Su amor se daría en abundancia a aquellos que repararan las ofensas cometidas contra Él.

Los mensajes dados por Jesús a santa Margarita María son suficientes para explicar la misericordia de Jesús.

¿Por qué necesitaría la humanidad otra nueva devoción sobre la misericordia de Dios? Puede desvirtuar o actuar como sustituto de las apariciones ya aprobadas a santa Margarita María.

Además, como hemos mencionado antes, Jesús da una grave advertencia en la Biblia de si dar creencia o no a supuestas visiones de Él mismo. Así lo afirma: “no lo creáis”.

Mateo 24, 26: “Por lo cual si os dijeren: ‘He aquí que está en el desierto’, no salgáis; ‘mirad que está en lo más retirado de la casa’, no lo creáis”.

Es interesante observar que la palabra convento, donde Faustina dijo que recibía sus mensajes, puede significar casa, es decir, una casa donde habita una comunidad de religiosas.

casa “Edificio para habitar

convento “1. Casa en que viven religiosos o religiosas bajo las reglas de su instituto. 2. Comunidad de religiosos o religiosas que habitan en una misma casa”

Jesús añade una advertencia adicional:

Mateo 24, 25-26: “Mirad que os lo digo de antemano”.

Entonces, si la gente abraza herejías, o falsas creencias y prácticas religiosas, y pierde su alma por haber seguido una falsa aparición, no habrá excusa en el Día del Juicio.

La “devoción de la Divina Misericordia” nunca ha sido aprobada por la Iglesia católica. A la luz de ese hecho y de las numerosas declaraciones problemáticas de los mensajes, esta devoción debe evitarse. 

En vez de invertir tiempo rezando la “devoción de la Divina Misericordia” es mejor rezar el Rosario.  Recomendamos a las personas que, si pueden, recen al menos las 15 decenas del Rosario cada día y la oración del Ave María con frecuencia.Faustina afirma que Jesús quiso que se venerara su imagen de la Divina Misericordia.

“Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y [luego] en el mundo entero.  Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá”[77].

Este mensaje indica que si una persona venera la imagen, no irá al infierno haga lo que haga.

Curiosamente, la imagen de la Divina Misericordia no muestra las heridas de Nuestro Señor en sus manos, pies y costado. La imagen tampoco muestra el Corazón de Nuestro Señor.

“Fue poco después de que el Señor exigiera a sor Faustina que pintara Su imagen cuando las hermanas empezaron a considerarla abiertamente como una histérica y una visionaria. Los rumores eran cada vez más fuertes […] Ella se veía obligada a escuchar esas cosas a diario...”[78].

“… ella [Faustina] no había encontrado a nadie que estuviera lo suficientemente seguro de sí mismo como para darle la seguridad que quería oír: o bien: ‘Quédate tranquila, estás en el buen camino’, o bien: ‘Rechaza todo esto, porque no viene de Dios’. […] Se desató de nuevo una violenta tormenta de incredulidad. Sus hermanas aceptaban ahora viejas sospechas como hechos ciertos, y ella se veía obligada a escuchar acusaciones una y otra vez…”[79].

“Como no quería ser presa de posibles ilusiones, sor Faustina intentaba a veces distraerse de las inspiraciones interiores…”[80].

Los promotores de la devoción a la Divina Misericordia admiten que “en 1959 Roma prohibió la circulación de la imagen y de escritos que promulgaran o promovieran la Divina Misericordia”.

[“Padre” Alar:] Así que, sí, es cierto que en 1959 Roma prohibió la circulación de la imagen y de escritos que promulgaran o promovieran la Divina Misericordia.

La prohibición se debió a:

 “… reservas teológicas serias y lo que los evaluadores del Vaticano consideraron un enfoque excesivo en la propia Faustina”.

Pero en 1978 –principalmente debido a Juan Pablo II– la prohibición de la devoción a la Divina Misericordia fue “revocada”.

En la biografía autorizada de Faustina, dice:

“El principal responsable de la revocación de la prohibición fue el cardenal Karol Wojtyla…”[81].

[Helen Hayes (actriz):] La Divina Misericordia en mi alma.  En 1958, todo esto fue prohibido por el Vaticano […] el cardenal Wojtyla, en 1978 sus esfuerzos tuvieron éxito. Se revocó la prohibición y el mensaje de la Divina Misericordia comenzó a difundirse con más vigor que antes. Seis meses después, ese cardenal se convirtió en papa […] Desde el comienzo de su ministerio en Roma, el papa Juan Pablo II, ha considerado este mensaje como su tarea especial. 

El vaticanista John Allen, Jr. dijo lo siguiente con respecto al diario de Faustina y la devoción de la Divina Misericordia:

“… podría haber acabado en el cubo de basura de la historia de no haber sido por Karol Wojtyla, que más tarde se convertiría en el papa Juan Pablo II...

En 1959, el Santo Oficio [...] emitió una orden de desistimiento contra el diario de Faustina y la devoción a la Divina Misericordia, una prohibición que duraría casi 20 años, hasta 1978. Wojtyla llevaba mucho tiempo trabajando para revertir el veredicto, habiendo lanzado el proceso de beatificación de Faustina en 1965, mientras era arzobispo de Cracovia [...] Juan Pablo II no ha impulsado ninguna devoción más lejos ni más deprisa. Su segunda encíclica, Dives in Misericordia, Rico en misericordia, de 1980, se inspiró en Faustina. La beatificó en 1993 y la canonizó en abril de 2000 como la primera santa del tercer milenio cristiano [...] En 1994, asignó la Iglesia del Espíritu Santo [ubicada] en Roma como la sede del movimiento de la Divina Misericordia ”.

Después de que Juan Pablo II “canonizara” a Faustina dijo: “Hoy es el día más feliz de mi vida”.

Juan Pablo II también dijo: “Siempre me ha sido cercano y querido el mensaje de la Divina Misericordia [...] que llevé conmigo a la Sede de Pedro y que, en cierto sentido, constituye la imagen de este pontificado”.

Faustina escribió en su Diario que Jesús dijo lo siguiente:

“… Polonia [...] De ella saldrá una chispa que preparará el mundo para Mi última venida”[82].

Los seguidores de la “Divina Misericordia” vieron la “elección” del polaco Karol Wojtyla como “Papa” Juan Pablo II –y su implicación clave en la rehabilitación y promoción agresiva de la “Divina Misericordia”– como el claro cumplimiento de esta “profecía” de Jesús.

Juan Pablo II también fue “beatificado” por Benedicto XVI el Domingo de la Divina Misericordia (1 de mayo de 2011), y “canonizado” por Francisco el Domingo de la Divina Misericordia (27 de abril de 2014).

Como documentamos en nuestros videos y en nuestra página web, vaticanocatolico.com, Juan Pablo II fue un hereje que negó numerosas enseñanzas católicas.

Enseñó que: todos los hombres se salvan; las religiones falsas son un medio de salvación; el Espíritu Santo es responsable de la creación de religiones no cristianas – y mucho más. Fue un antipapa apóstata. 

Juan Pablo II fue la chispa del diablo antes de la venida final de Jesús – para engañar al mundo y hacer que abrace una nueva religión con sacramentos falsos.

La secta del Vaticano II no es la Iglesia católica.

Apocalipsis 17, 4-5:

“La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada con oro, joyas y perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de las impurezas de su fornicación.  Y en su frente estaba escrito un nombre misterioso: ‘Babilonia la grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra’”.

Es la profetizada falsa Iglesia del fin de los tiempos, como explica nuestro material.

Nuestra Señora de La Salette, 19 de septiembre de 1846:

“Roma perderá la fe y se convertirá en la Sede del Anticristo”.

Tampoco debe sorprendernos que veamos la llamada devoción de la Divina Misericordia ser tan promovida por los carismáticos “católicos”.

De hecho, parece que si alguien es un carismático “católico”, esa persona casi siempre es una devota de Faustina y una promotora de la llamada devoción de la Divina Misericordia. Por ejemplo, el “sacerdote” carismático Mark Goring es un gran promotor de la sor Faustina y de la devoción de la “Divina Misericordia”.

“Les daré un ejemplo de alguien que leyó los signos de los tiempos. Era una profeta. Santa Faustina [...] Así que me estoy preparando para mi Retiro de santa Faustina [...] Solamente quiero hablar, una vez más, del Diario de santa Faustina como una especie de Summa”.

“Lo que estamos haciendo es reunirnos todos los días a las 3 PM, aquí en el Centro carismático católico. Estamos rezando la Coronilla de la Divina Misericordia”.

En el siguiente video examinaremos el Movimiento Carismático “Católico” que oficialmente se autodenomina “Renovación Carismática Católica”.

Notas:

[1]    Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 687, footnote 180 (Kindle Ed.)

[2]    Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 350, #883.

[3]    Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 605, #1720.

[4]    Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 626, #1772.

[5]    Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 399, #1049.

[6]    Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 555, #1571.

[7]    Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 581 #1650.

[8]    Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 555, #1571.

[9]    Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 101, #150.

[10]   Sophia Michalenko, The Life of Faustina Kowalska: The Authorized Biography, p. 333 (Kindle Ed.)

[11]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 346, #873.

[12]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 378, #969.

[13]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 40, #31.

[14]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 470, #1312.

[15]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 189, #393.

[16]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 238, #534.

[17]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 148, #282.

[18]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 627, #1777.

[19]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 257, #586.

[20]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 257, #587.

[21]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 258, #587.

[22]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 296, #707.

[23]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 418, #1130.

[24]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 606, #1722.

[25]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 599, #1700.

[26]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 204, #431.

[27]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 402, #1061.

[28]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 43, #39.

[29]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 300, #723. (Versión española).

[30]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 201, #423. (Versión española).

[31]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 262, #598. (Versión española).

[32]Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, pp. 182, #374.

[33]Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 406, #1075. (Versión española).

[34]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 45, #44.

[35]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 105, #160.

[36]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 157, #312.

[37]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 59, #74.

[38]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 86, #122.

[39]   Sophia Michalenko, The Life of Faustina Kowalska: The Authorized Biography, p. 72 (Edición Kindle)

[40]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 276, #643.

[41]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 276, #643.

[42]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 39, #29.

[43]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 86, #122.

[44]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 48, #54.

[45]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 175, #359.

[46]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 42, #38.

[47]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 35, #21.

[48]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 43, #40.

[49]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 59, #74.

[50]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 87, #123.

[51]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 87, #125.

[52]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 102, #152.

[53]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 88, #128.

[54]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 536, #1502.

[55]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 89, #129.

[56]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 157, #311.

[57]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 60, #77.

[58]   Sophia Michalenko, The Life of Faustina Kowalska: The Authorized Biography,  p. 23 (Kindle Edition)

[59]   Sophia Michalenko, The Life of Faustina Kowalska: The Authorized Biography,  p. 24 (Kindle Edition)

[60]   Elizabeth Siepak, Diary: Divine Mercy In My Soul (Illustrated) p. 17 (Kindle Ed.)

[61]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 545, #1541. (Versión española).

[62]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 545, #1541. (Versión española).

[63]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 326, #811 (Kindle Ed.)

[64]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 326, #811 (Kindle Ed.)

[65]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 290, #687.

[66]   William Thomas Walsh, Nuestra Señora de Fátima, Edición Espasa-Calpe, 1953, p. 110.

[67]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 153, #300.

[68]   William Thomas Walsh, Nuestra Señora de Fátima, p. 76.

[69]   William Thomas Walsh, Nuestra Señora de Fátima, p. 95.

[70]   William Thomas Walsh, Nuestra Señora de Fátima, p. 111.

[71]   William Thomas Walsh, Nuestra Señora de Fátima, p. 157.

[72]   William Thomas Walsh, Nuestra Señora de Fátima, p. 166.

[73]   William Thomas Walsh, Nuestra Señora de Fátima, p. 185.

[74]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 294, #699.

[75]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 377, #965.

[76]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 294, #699.

[77]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 46, #47-48.

[78]   Sophia Michalenko, The Life of Faustina Kowalska: The Authorized Biography, p. 56 (Kindle Edition).

[79]   Sophia Michalenko, The Life of Faustina Kowalska: The Authorized Biography, p. 57 (Kindle Edition).

[80]   Sophia Michalenko, The Life of Faustina Kowalska: The Authorized Biography, p. 58 (Kindle Edition).

[81]   Sophia Michalenko, The Life of Faustina Kowalska: The Authorized Biography, p. 341 (Kindle Edition).

[82]   Sor Faustina Kowalska, Diario: La Divina Misericordia en mi alma, p. 608, #1732.

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